Este efecto se describe por primera vez bajo el título La carta, en la página 27 de la traducción de Pieper del libro "Ein Spiel Karten" de R. P. del año 1853. En esta rutina, los trozos de carta se recomponen todos a la vez. La primera restauración trozo a trozo parece ser de C.F. Waite, en su rutina The triangle card trick, publicada en la página 425 del número 27 volumen 3 de la revista The Magic Wand de noviembre de 1927.
El método de doblar la carta dos veces sobre si misma fue inventado por Charles Jordan basado en el papel de seda roto y recompuesto como puede verse en el número 8 volumen 3 de la revista Magical Bulletin de Floyd Thayer de agosto de 1915, este método fue aplicado posteriormente a los naipes como explica Karl Fulves en la página 18 de su libro "Jordan's best card tricks", publicado en 1992. También pertenece a Jordan la idea de usar una pareja de pseudo duplicadas cartas tales como el diez y el nueve de corazones, como toque convincente añadido en una rutina de carta rota y recompuesta. Ver su rutina Incomprehensible destroyed card de 1919 incluida en los dos libros de Karl Fulves, "Charles T. Jordan: Collected tricks", en su página 46 de 1975 y en la página 15 de "Charles Jordan's best card tricks".
El método del Dr. Jacob Daley puede verse en la página 61 del número 3 volumen 37 de la revista The Sphinx de mayo de 1937, a través de su rutina Impromptu torn and restored card effect.
El cartomágo Lu Brent también tenía una rutina con el método de carta doblemente doblada y rota, tal y como puede verse en la página 27 de Novel magic del año 1932.
Aunque frecuentemente se atribuye el principio a R. W. Hull, la verdad es que su manejo se retrasó tal y como puede verse en su rutina More publicada en la página 22 de su libro "Eye-Openers" de 1933. En su descripción cita a Lu Brent y la rutina Paper fold de Joe Berg como la fuente de inspiración del principio de doblar una carta doblemente para después romperla. Los tres autores mencionados parecen ignorar el efecto de Jordan publicado en 1919.
R. W. Hull únicamente reclama la autoría de romper una esquina de la carta seleccionada y firmada que puede ser entregada a la persona que realizó la firma para una posterior comprobación, mientras que los otros tres pedazos de la segunda carta son entregados a otras tres personas para que comprueban que la carta está efectivamente rota. A continuación, se reúnen estos tres trozos y la carta es reconstituida sólo en sus tres cuartas partes, el cuarto trozo se coloca en su lugar por el espectador que firmó como prueba de que la carta recompuesta es la misma que la que se rompió.