Este efecto fue inventado en 1950 por el cartómago Dick Washington de Chicago, en su versión original usaba un clasificador de cartas. Posteriormente Ron Bauer mejoró el efecto al emplear accesorios mucho menos voluminosos como es una cartera con una agenda diaria, según puede verse en la columna publicada por Danny Orleans en la página 72 del número 12 del volumen 60 de la revista Genii publicada el 12 de octubre de 1997.