Espero que disfruteis de la lectura de la traducción que he hecho del "
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CAPÍTULO X, DADOS
Con este capítulo nos asomamos a un nuevo territorio, acabamos de pasar por la tierra de aquellos que confían su fortuna al giro de una carta, llegando ahora a los aborígenes cuya costumbre es apostar sus posesiones mundanas al azar de los dados. En cuanto a cuál de las dos costumbres es la mejor, es difícil decidirse, ambas son más honestas en la infracción que en el cumplimiento. Como ya hemos visto, los inocentes trozos de cartón están hechos para servir al propósito de hacer trampas, y no con menos facilidad se trucan los diminutos cubos de marfil o celuloide, convirtiéndolos en instrumentos de deshonestidad. No es un secreto que el término "dado cargado" es familiar a todo el mundo, aunque solo el término es familiar, ya que la cosa en sí misma es absolutamente desconocida para la inmensa mayoría de la humanidad. En algunos aspectos es mejor que siguiera siendo así, pero es mucho mejor que estas cosas fueran universalmente conocidas y que los signos de su existencia y uso sean por todos conocidos. En este capítulo pues, trataremos el tema en su totalidad, describiendo los diferentes sistemas para hacer trampas y algunos de los así llamados juegos en los que estos métodos son empleados.
De forma general las trampas con dados pueden clasificarse bajo dos encabezados principales:
- La manipulación de dados sin trucar
- Empleo de dados trucados
De esto se deducirá que el empleo de dados cargados de los que tanto se habla, no son en absoluto necesarios al tahúr que ha hecho su especialidad de esta rama del negocio. De hecho los dados cargados son instrumentos muy pueriles comparados con algunos de los dispositivos que van a ponerse en conocimiento del lector. Cierto es que son uno de los hitos del tahurismo, pero no la cima. El tahúr moderno se ha elevado en gran medida por encima de ellos, aunque en ocasiones todavía le siguen siendo útiles. Poseen un gran defecto, no girarán correctamente y eso en gran medida limita su uso sobre todo en círculos en los que todos los jugadores están "mosqueados".
