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shellgame Espero que disfruteis de la lectura de la traducción que he hecho del "Sharp and flat" de John Nevil Maskelyne.

He liberado también todo el apartado de técnicas cartomágicas. Proximamente liberaré otras lecturas igual de interesantes para que continúeis profundizando en este apasionante mundo de la cartomagia y del tahurismo. Un abrazo.

                                                                      Antonio.

 

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CAPITULO V, HOLDOUTS

El término holdout (1) es el usado para referirse a un aparato mecánico que permite al tahúr ocultar una o más cartas hasta que llega el momento adecuado para usarlas, forzando de este modo la fortuna a su favor en un momento crítico del juego. Obviamente no son útiles en aquellos juegos en los que la baraja se reparta en su totalidad entre los jugadores, ya que las cartas sustraídas deben necesariamente ocultarse.

Puede parecer que el nombre es algo torpe y pueril, sin embargo, está adecuadamente elegido, ya que el tahúr mantiene, (2) la inducción a la trampa. El mercado de la trampa "mantiene" el estímulo del fabricante. El fabricante "mantiene" estímulos para que compren sus aparatos. Y el aparato en sí mismo "mantiene" estímulos al que muy pocos tahúres pueden resistirse. Es como aquella canción infantil del perro, que fue mejorada hasta superar su propio estilo.

Hasta donde nos hemos adentrado en el mundo del fraude y de la estafa, llamémoslo por su nombre, tahurismo, nuestro camino ha sido, comparativamente hablando un camino de rosas. Éste no sido en modo alguno complicado y las dificultades con las que nos hemos tropezado han sido más bien pocas. Sin embargo, en este punto de nuestra investigación el camino atraviesa una región llena de espinas y zarzas, bajo la apariencia de aparatos mecánicos más o menos complejos. El lector menos técnico no debe amedrentarse por la naturaleza del terreno que se le invita a recorrer, ya que el autor se compromete a hacer su viaje fácil y agradable como si lo hiciera por así decirlo en "Pullman Express". Siempre se debe popularizar la ciencia cuando la ocasión se presenta. Por su parte el lector más técnico se divertirá con los ejemplos de ingenio, inventiva y corruptibilidad que por primera vez se presentan ante su asombrada mirada.

Como en todos los otros casos de métodos bien adaptados al fin perseguido, estos accesorios tienen su origen en otros instrumentos mucho más sencillos y antiguos, tal vez no estemos en lo correcto al decir "extremadamente antiguos", ya que Cavendish es de la opinión de que los naipes no están inventados desde hace más de quinientos años. Sin embargo, aquellos que atribuyen su invención a los chinos siglos antes del amanecer de la civilización occidental, nos inclinamos a creer que los "barbaros chinos" de épocas futuras se verán obligados a sonreír a la fortuna con la amable ayuda de un holdout siglos antes del descubrimiento de la tierra en la que por segunda o tercera vez han nacido éstos. Sin embargo, en cuánto a este discutible punto existen muy pocas esperanzas de que estemos mejor informados de lo que lo estamos en la actualidad. Pertenece a las cosas muertas del pasado muerto, se encuentra envuelto en la neblina de lo antiguo y cubierto por las marchitas hojas de incontables generaciones, entre los que podrían encontrarse el desecho ajado de muchos árboles genealógicos cuya caída podría directamente rastrearse hasta los mortales instrumentos conocidos como naipes. El lector no debe imaginarse que estoy despotricando contra el uso de los naipes cuándo se emplean como medio de diversión inocente. En modo alguno es esa mi intención, tal cosa significaría estrechez de mente y fanatismo que deben evitarse a toda costa. Los medios a nuestro alcance para hacer nuestra existencia tan agradable como las circunstancias lo permitan no abundan, por lo que podemos permitirnos el agradable pasatiempo que proporciona una baraja. Estos trozos de cartón no son directamente responsables de que muchas personas hayan arruinado, la responsabilidad recae sobre los propios jugadores. Si jamás se hubieran inventado los naipes el resultado sería similar, los adictos a los juegos de azar de no haber dispuesto de cartas hubieran hecho girar una moneda, jugado a la paja más corta o se hubieran entregado a cualquier otra diversión de igual contenido intelectual. Cuando un hombre ha llegado al estado de ánimo que le induce a tirar piedras a su propio estanque (3) y a hacer de sí mismo un tonto, no hay poder en la tierra que pueda impedírselo.

Volviendo a la materia que nos ocupa, el primer registro que tenemos de algo parecido a un holdout es la descripción de la "caja en la manga" de Houdin. Sin embargo, personalmente me inclino a creer que existe algo apócrifo en su relato. Mi opinión se sustenta en dos razones, por un lado, la descripción del aparato carece particularmente de detalles, si tenemos en cuenta la genialidad y habilidad mecánica de Houdin, por otro lado, las dificultades que conllevaría la fabricación y complejo manejo de tal aparato son prácticamente insuperables a efectos prácticos. Debo añadir que Houdin nunca vio el aparato y que confió en exceso en rumores sin pararse a juzgarlos. Por supuesto este punto de vista se sustenta nada más que en mi propia opinión, sin embargo, no puedo dejar de creer que al menos una parte del legado del gran francés debe cogerse "cum grano" (4). En cualquier caso, debemos admitir que algo parecido a un holdout ya era conocido por algunas personas en la primera parte del presente siglo.

Houdin titula el dispositivo anteriormente mencionado como "Boîte à la manche" (5). La descripción del efecto es la siguiente:

Una caja lo suficientemente grande contiene una baraja que se encuentra oculta en alguna parte de la manga de la chaqueta del tahúr. Al recoger la baraja preparándose para repartir cartas, el antebrazo se presiona ligeramente sobre la mesa. La caja está construida de tal modo que la presión ejercida tiene como efecto expulsar la baraja trucada o preordenada previamente colocada en ella. Al mismo tiempo un par de pinzas agarran la baraja en uso y la introducen en la caja intercambiándola por la recientemente expulsada. En su autobiografía Houdin recuerda un incidente en el que la caja tuvo un papel primordial. Un tahúr la había usado durante algún tiempo con éxito, pero le llegó el día de su infortunio, las pinzas fallaron y no realizaron su labor adecuadamente, en lugar de retirar toda la baraja dejaron una carta sobre la mesa. Por la descripción dada del aparato es más que probable que pudiera ocurrir tal circunstancia. Por supuesto el estafado descubrió la carta extra y no sin razón, acusó al tahúr de hacer trampas. Tuvo que admitirlo y le retó a duelo disparándole. ¿Le sirvió de algo?, dirá usted, bien no discutiremos sobre ese punto concreto.

La invención de la sustitución de una baraja por otra o cold deck parece ser anterior a la idea de mantener ocultas algunas cartas hasta que se necesiten. Desde hace mucho tiempo los tahúres han utilizado todo tipo de bolsillos en todas las posiciones posibles con la intención de ocultar la baraja que pensaban introducir en el juego. Esto únicamente pudo hacerse en una época en la que las barajas empleadas carecían de diseños en sus dorsos, es decir que eran de un color liso. El tahúr actual necesitaría un buen número de bolsillos si quisiera estar preparado para intercambiar una baraja entre la multitud de diseños que se le pueden presentar.

El holdout en el sentido verdadero del término se convirtió en poder en manos del tahúr sólo con introducirlo en juegos como el Poker en el que las cartas no son repartidas en su totalidad, y en el que incluso la adición de una única carta buena, dejando aparte el fraude demostró ser muy bueno. Tanta era la ventaja para el tahúr que se las amañó para mantenerlo en secreto.

El primer ejemplo de un naipe mantenido oculto hasta que se necesite, introduciéndolo de nuevo en el juego para dar ventaja al tramposo es el del tahúr que durante el juego finge cansancio, y por consiguiente tiene deseos de bostezar y estirarse. Después de cierto tiempo se comprobó que siempre se tenía una buena mano después de bostezar y estirarse, hecho insólito e inexplicable. Sin lugar a dudas los ocultistas de la época trataron de relacionar los bostezos con los caprichos del azar. Seguramente siguiendo su costumbre establecieron alguna hipótesis supra normal que les explicara la influencia de la lasitud sobre la fortuna del individuo. La teoría ocultista sin embargo no se mantiene mucho tiempo, pues lo supra normal se explica generalmente con lo normal cuando se examina el hecho a la luz del sentido común. En este caso particular la explicación era bien sencilla. Habiendo el tahúr ocultado una carta en la palma de su mano, cubiertos sus movimientos por la acción de estirarse, la colocaba bajo el cuello de su abrigo mientras estaba sentado con la espalda contra la pared. Cuando necesitaba de la carta de nuevo, un segundo bostezo acompañado del consiguiente estiramiento era la excusa ideal para recuperarla, empalmándola de nuevo en su mano. Este fue pues el primer holdout, la parte posterior del cuello del abrigo (6) de un hombre.

Desde entonces la inteligencia e ingenio de la comunidad de tramposos se ha volcado en solucionar el problema de fabricar un accesorio que les permita mantener oculto los naipes hasta que se necesiten, sin correr el riesgo de ser descubiertos. No hay duda de que sus esfuerzos han sido coronados con el éxito, pues en la actualidad están a la venta holdout que pueden usarse sin que se vea ni un sólo movimiento y sin temor a crear sospechas. No necesita más que escribir a uno de los distribuidores adjuntando tantos dólares y lo tendrá usted para toda la vida. Sin duda conseguirá usted sin dificultad el nombre y dirección de uno de esos caballeros, pero el objeto de este libro no es beneficiarlos con publicidad gratuita así que no se dará aquí su localización, aunque si se mencionen sus productos.

Con el fin de que el lector pueda apreciar la belleza y mérito de los más modernos y mejorados dispositivos, trataremos rápidamente por encima la variada gama de holdout que han aparecido de vez en cuando. Este rumbo es el más apropiado, ya que entre los aparatos más antiguos existen algunos en los que todavía se puede confiar de usarse adecuadamente, de hecho, muchos tahúres que se consideran competentes así lo hacen. Existen muchas razones para creer que uno de los primeros accesorios que demostró ser útil es llamado por el pomposo y altisonante nombre de "el insecto", el tahúr ha tenido siempre un sentido innato de la utilidad de las cosas, así como un instinto infalible que le lleva a rechazar todo aquello que no sea genuino y hermoso. No se necesitan evidencias de esto ni siquiera en algo tan simple como es el nombre que da a las herramientas empleadas en su artesanía.

Notas: 1 Indudablemente de todos los accesorios de tahúr el holdout es el que crea más fascinación, es la pieza de colección más buscada por los aficionados al tahurismo. Algunos de ellos se ven complejo de instalar y manejar, costando trabajo siquiera imaginar a un antiguo tahúr atreviéndose a usarlo en una mesa de Poker. Se tienen pocas las evidencias de que estos aparatos alguna vez participaran en juegos reales. Son complejos de manejar y su uso requiere tanta práctica como aprender las técnicas de cambios de cartas, (mucking).

2 La traducción al castellano de la palabra holdout es bastante difícil si queremos que se adapte adecuadamente a la terminología del tahurismo. Algunos significados son: ocultar, mantener, aguantar, sostener.

3 En el original la frase "make ducks and drakes of his property" significa tirar piedras a su propio estanque, ya que "ducks and drakes" es como se conocía en inglés antiguo al pasatiempo de tirar piedras planas al agua. Sería el equivalente a nuestro "tirar piedras a su propio tejado".

4 La locución latina "cum grano salis" literalmente traducida significa "con un grano de sal", figuradamente significa que se debe aplicar una capa de sano escepticismo a una determinada afirmación y no darla por certeza absoluta sin haberla antes contrastado debidamente.

5 La estafa relatada por Robert Houdin se conoce como cold deck, (cambio de barajas), el aparato descrito para realizar este cambio se conoce como cooler y toma su nombre de cold deck. En cartomagia existen algunos cooler como por ejemplo el de Gaetam Bloom. El términp cold deck significa literalmente paquete frío, Parece ser que la forma más fiable de descubrir que se acaba de producir un cambio de baraja es la diferencia de temperatura entre la baraja en uso que suele estar a la temperatura aproximada del cuerpo humano 37º y la baraja que se acaba de introducir que tiene la temperatura ambiente.

6 En la actualidad algunos tahúres siguen usando esta antigua estratagema debidamente actualizada. El tahúr ocultas las cartas que desea hasta el momento adecuado para su uso, en el pliegue de la rodilla, manteniendo su silla próxima a la mesa nada es más fácil para él que empalmarlas cuando así lo desea.  Esta trampa es conocida en Francia como "coup de cuisse". Aunque Maskelyne no fija fecha en cuánto a la aparición del uso del cuello del abrigo como holdout lo cierto es que la estratagema es más antigua de lo que se pueda pensar, baste para ello fijarse en el cuadro "Los tramposos" pintado en 1594 por el gran pintor italiano de estilo Barroco Caravaggio. Otro método común de ocultar cartas sin necesidad de accesorios es en la parte posterior de la cabeza, sujetándolas entre ésta y la parte inferior del sombrero o gorra. En América se conoce este método como "playing the hat".