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CAPITULO III CARTAS MARCADAS, MODO DE USARLAS
D - Naipes marcados durante la fabricación:
Dado el original concepto de carta marcada y su aplicación práctica en las necesidades del tahúr, el siguiente paso a dar era la producción de este producto de forma comercial. La comodidad de abrir una baraja y encontrarla preparada para su uso era demasiado palpable como para ser pasado por alto. Durante mucho tiempo la existencia de tales barajas se mantuvo en secreto por un pequeño número de tahúres, aquellos en el secreto obtuvieron una gran cosecha. En la actualidad estas cosas se han divulgado y son tan comunes como "un objeto vulgar en una playa".
La figura 6 representa el diseño del primer dorso marcado por el fabricante vendido comercialmente. La marca distintiva fue arreglada de tal modo que la filigrana marcada con una a acabará en distintas formas y apuntará a distintas direcciones. Esta baraja funcionó muy bien durante un tiempo, pero la marca era demasiado obvia y el diseño se volvió obsoleto, fue sustituido por otros diseños posteriores muy mejorados.
Fig. 6
El siguiente paso en cuánto a mejora se refiere vino con la introducción de los diseños de dorsos a cuadros, ampliamente utilizados en algunas épocas. Pronto se descubrió que los mismos se prestaban fácilmente a la falsificación. Como resultado se obtuvo una marca fácil de leer y difícil de detectar. Al igual que otras cosas buenas es maravilloso por su simplicidad. Se basa parcialmente en la modificación del diseño y parcialmente en la colocación de la marca. La figura 7 ilustra un juego completo de estas cartas.
La carta más alta comienza con un conjunto o banda de cinco líneas paralelas colocadas un poco a la izquierda de la esquina superior derecha. Se aumenta el espacio entre la primera y la segunda línea para indicar un As. Entre la segunda y la tercera para indicar un rey. Entre la tercera y la cuarta para indicar una reina y entre la cuarta y la quinta para indicar una jota. Para marcar el diez, nueve, ocho y siete, el diseño se arregla de tal modo, que el conjunto de líneas indicadoras terminen junto a la esquina del naipe. Estas se manipulan de igual modo, (separando más las líneas), correspondiendo a las cuatro cartas de este grupo. El seis, cinco, cuatro y tres se marcan en una banda de líneas similar que está colocada de modo que acaba ligeramente por debajo de la esquina superior derecha del naipe. El dos está marcado de forma que no se alteran las líneas en modo alguno, es decir que las líneas de la banda están a una distancia igual unas de otras.
El palo se marca en una banda de líneas que acaban a poca distancia bajo la esquina superior izquierda. El primer lugar contando desde arriba que se ensancha representa el palo de diamantes, el segundo espacio ensanchado representa el palo de corazones, el tercer espacio ensanchado representa al palo de tréboles y el cuarto espacio ensanchado representa al palo de picas.
Si el lector ha progresado como razonablemente se espera en tahurismo en este estadio de su formación, no tendrá dificultad en distinguir el palo del As de la figura 7, siendo evidentemente el mismo el As de tréboles.
Este diseño es de especial valor para el tahúr que puede dar en segunda, (second deal), como se hace en el Poker. Manteniendo la baraja ligeramente abanicada puede leer los valores de las primeras cuatro o cinco cartas. Esta es la gran ventaja de las marcas colocadas muy cerca del borde del naipe.
fig. 7
Concluiremos el tema de los dorsos marcados por impresión en fábrica con uno de los mejores diseños jamás hechos, (figura 8). Este diseño es particularmente fácil de leer incluso a una distancia considerable, no estando sujeto a detección por parte de los no iniciados. Para cualquiera que conozca el secreto es extraño que pueda darse una de estas barajas a examinar por parte de un novato informándole de que los naipes están marcados y a pesar de ello nunca encontrará nada extraño en los mismos. Puede incluso examinarlos con un microscopio a pesar de lo cual no encontrará nada raro, la razón de ello es porque no sabe qué buscar. Probablemente esperará encontrar principalmente puntos o marcas colocados a mano sobre el naipe. Podría detectar algunas marcas de variación de filigrana de los que se dan ejemplos más adelante, aunque el sombreado escaparía a su conocimiento, por el hecho de que es algo para lo que no está preparado.
fig. 8
En este ejemplo, las marcas necesarias son dos, una para indicar el palo y otra para indicar el valor del naipe. Estos son respectivamente indicados por la variación de forma de los das pequeñas ramitas en la esquina superior izquierda, como se han dibujado en la carta mostrada arriba.
La ramita inferior indica el palo, curvándola hacia arriba, (tréboles), o hacia abajo, (diamantes), o sugiriendo su forma una pica o un corazón como puede verse en la figura para estos palos respectivamente.
La ramita superior se altera en diversas formas para indicar el valor del naipe, de modo que:
fig. 9
Los naipes marcados en imprenta han sido abandonados en América durante los últimos años, debido al hecho de que son fácilmente detectables, incluso por aquellos totalmente incapaces de detectar marcas. La apariencia general de estos naipes es más que suficiente para indicar su origen. En primer lugar, la tinta empleada en su impresión es de una calidad inferior, en segundo lugar, el as de picas no presenta el nombre del fabricante en él como es habitual. Como el propio fabricante diría: ¿Qué te parece?
La figura 10 es una comparación del As de picas de una baraja normal con el As de picas de una baraja con dorsos marcados de fábrica, puede verse que el as de picas marcado, (derecha), lleva el nombre de un fabricante ficticio.
Según la lista de precios que se da al final de este libro, a uno le parece que el precio no es exorbitante cuando se tiene en cuenta el riesgo asumido por el fabricante, así como el gasto que supone tener cincuenta y dos planchas distintas para imprimir el dorso de los naipes en lugar de la única necesaria para la impresión de los dorsos de una baraja normal. En venganza y para resarcirse de los gastos, el fabricante usa una tinta de calidad pésima con respecto a la empleada por las buenas marcas. Por lo tanto, los naipes se hacen sospechosos desde el principio, lo que explica su caída en desuso.
En América su uso se limita a algunos campos mineros en los que todavía puede encontrarse salones totalmente abastecidos con este tipo de "papel" como vulgarmente se conoce a estas barajas. Inglaterra sin embargo sería un buen campo para ellas, ya que allí los jugadores de cartas son tan ignorantes que los métodos más sutiles de trampas pueden dejarse de lado. Los trabajos más finos no son necesarios, y el tahúr que se tome la molestia de usarlos estará simplemente desperdiciando su esencia en el aire del desierto. No hay duda de que estas cartas son ampliamente usadas fuera de aquí.
fig. 10