George Devol nació el día 1 de Agosto de 1829 en Marietta, (Ohio), era el más pequeño de seis hermanos e hijo de un carpintero naval que pasaba grandes temporadas fuera de casa, lo que hizo de George un muchacho independiente y audaz. A la edad de 10 años trabaja como chico de cabina de un barco de vapor llamado "The Wacousta", después estuvo trabajando en el "Cicero" viendo el alto nivel de vida que jugadores y tahures llevaban en el barco, se hizo el firme propósito de que seguiría sus pasos. En poco tiempo ya estaba dando en segunda y anulando el corte, pues aprendía con rapidez.
Una vez acabada la guerra de Mejico en la que participó regresó a Ohio lugar en que pasó su juventud ganándose la vida jugando a las cartas, pues según muchos era el mejor jugador de Poker que jamás haya existido, se especializó además en los juegos de Faro y Rondo. Una de sus bromas preferidas era jugar contra curas a los que desplumaba de sus escasos bienes, Devol siempre les devolvía el dinero acompañado del consejo: "Ve y no peques más", sin embargo con otros tipos de profesionales no era tan generoso. A la edad de 17 años ya contaba con una fortuna de 3.000 dólares. Era sudista y se las apañó para desplumar a los oficiales y encargados de pagar al ejercito yanqui, éstos recurrieron al gobernador militar de la cuidad en busca de justicia, fué juzgado y condenado a un año de carcel y al pago de varios miles de dólares, que según el mismo relata era una miseria para él. En prisión su vida no fue muy dura, ya que durante el día se dedicaba a esquilmar a los ricos sudistas que como él estaban encarcelados. Durante la noche en compañía de su carcelero, con quién se repartía las ganancias, recorría las timbas de la cuidad y los mejores restaurante. Sorprendido por el comandante de la plaza su regimen carcelario se recrudeció, por lo que decidió hacer uso de sus muchas influencias siendo poco después liberado por el Gobernador Civil a cambio de que se comprometeria a dejar tranquilos a los pagadores del ejercito yanqui, promesa que por supuesto incumplió, ya que poco tiempo después de ser liberado ganó 19.000 dólares a un pagador del ejercito de la Unión.
George Devol era un hombre de gran corpulencia y fortaleza, como relata en su autobiografía, tenía las manos tan grandes que presumía de poder mantener una baraja empalmada mientras barajaba otra, sin duda una gran ventaja para su oficio. Tuvo fama de pendenciero, nunca rehuía una pelea, contada además con un arma que le dió renombre y fama, su propia cabeza, ya que según cuenta en sus propias palabras los médicos le habían dicho que su craneo tenía en la frente el grosor de una pulgada, cualidad que no desaprovechaba, pues a cabezazos era capaz de tumbar a cualquier adversario. Esta fama se vió reforzada y justamente confirmada en el invierno de 1897 cuando el Taraveling Circus de John Robinson llegó a Nueva Orleans. Entre sus artistas contaba con William Carroll que se anunciaba como "El hombre del craneo duro", era frecuentes que forzudos se retaran por dinero con cualquier voluntario, los anuncios que promocionaban a Carroll decían que "podía tumbar a cabezazos cualquier hombre o bestia a excepción de un elefante". Durante la noche, acabada la función los propietarios del circo y Carroll se encontraron a Devol en un salloon. Los propietarios se vanogloriaron de que su estrella podía matar un hombre de un cabezazo. Uno de los tahures que se encontraban en el lugar, Dutch Jake, dijo que apostaba 10.000 dólares a favor de Devol, aunque éste dijo que lo haría por diversión. Una vez colocados cada uno de ellos a cinco pasos de un pañuelo que se colocó en el suelo como lugar de encuentro, ambos contrincantes embistieron, Devol que no se esmeró mucho, pues no embistió con toda su potencia, dejó a Carroll sin sentido y sin fama. A pesar de que las peleas eran parte de su vida, no se descuidó en el uso del revolver con el cual tenía una gran habilidad y el cual no dudaba en desenfundar llegado el caso.
Durante años recorrió el rio Mississippi jugando en sus barcos de vapor en los que hizo verdaderos estragos con el juego del trile en compañía de Canada Bill Jones, Tom Brown y Holly Chapell con los que estuvo asociado varios años.
Trabajó así mismo en los trenes que surcaban el Oeste y siguió la expansión del ferrocaril desde Kansas City a Cheyenne, en los que durante años desplumó a mineros, comerciantes y ricos propietarios de fincas de algodón, al principio esto se hacía en colaboración con los empleados del ferrocaril, ya que Devol les pagaba una comisión. Finalmente la compañía tuvo que contratar a la empresa de detectives Pinkerton para que vigilara y expulsara de sus trenes a los jugadores profesionales y tahures, especialmente a George Devol, además dió instrucciones a sus empleados para que hicieran lo mismo so pena de perder sus empleos.
Presionado por estos acontecimientos se trasladó a Saint Louis donde se le contrató por 200 dólares diarios para gestionar una mesa de Keno, sin embargo esta cantidad era considerada por él como una minucia, así que de nuevo decidió volver al río Mississippi, pero el juego y la apreciación que se tenía por esa época de un tahúr ya no eran los mismos.
En 1892 escribió su autobiografía, "Forty years gambler on the Mississippi". No obtuvo el exito esperado como sucedió con otras autobiografías de jugadores retirados, sobre todo porque la de Devol era totalmente cierta y sin los adornos literarios con que otros autores se daban aires de heroes.
A instancias de su nueva mujer se retiró definitivamente del juego en 1896, ya que los grandes tiempos del juego en ferrocariles y barcos de vapor ya habían acabado. Se trasladó a Cincinnati, lugar en el que se dedicó a promocionar su libro, por cierto sin mucho exito.
George Devol murió en Hot Spring, (Arkansas), en 1903, a pesar de que en su carrera como tahúr ganó más de dos millones de dólares de la época, una autentica fortuna, cuando murió lo hizo practicamente arruinado