Existen numerosos métodos para marcar las cartas, todos ellos requieren de una gran precisión en su elaboración si lo que deseamos es obtener una baraja cuyas marcas pasen desapercibida al resto de los jugadores. Las marcas empleadas irán en función del juego para el que vaya destinada la baraja, pudiéndose marcar los palos, el valor numeral de cada carta o ambos.
Lo que se pretende obtener al marcar una baraja es una clara ventaja sobre nuestros adversarios y las leyes del azar. Las marcas deben ser tal que nos permitan a un tiempo su lectura con rapidez y precisión, y por otro lado pasar desapercibidas al resto de jugadores.
La actitud:
La actitud del tahúr profesional que emplea cartas marcadas ha de ser tal que no levante sospechas, para ello no debe de forzar la situación hasta límites que contradigan las leyes naturales del azar, si no que ha de dejar al juego desarrollarse por sí mismo si éste le es ventajoso, recurriendo a la utilización de las cartas marcadas sólo cuando le sea desfavorable o la jugada lo justifique, es decir que existan apuestas de considerable cuantía. Además, no debe estar impaciente por ganar, pues es dueño de la situación. Si queremos aparentar un juego coherente debemos perder y ganar como todo el mundo, aunque en nuestro caso se perderán las jugadas de escaso valor monetario y se ganarán aquellas importantes económicamente. las prisas son totalmente desaconsejables. Una baraja marcada en manos inexpertas no es nada útil, su empleo y manejo requieren de una gran práctica y experiencia.
Debe minimizarse el tiempo de empleo de las cartas marcadas, dejando el juego a su libre evolución si este nos es favorable de forma natural, ya que con ello se reduce también las posibilidades de ser descubierto. generalmente los tahúres trabajan con barajas previamente marcadas que colocan o cambian en las partidas, por ejemplo mediante la técnica de cold deck, o por métodos que serán estudiados en otro apartado, aunque también pueden valerse de técnicas de marcado sobre la marcha del juego, haciendo con ello innecesario el cambio o introducción de barajas en la partida, minimizando los riesgos y las sospechas de estar usando una baraja marcada.
Jamás debe dejarse una baraja marcada en el lugar en el que hemos jugado. Las barajas deben ser retiradas al finalizar la partida.
Cualquiera que sea el método elegido para marcar las cartas, el principio es común para todos ellos, es decir:
- La marca es distinta y característica para cada una de las cartas.
- La marca es igual para todas las cartas, estando entonces el valor de la misma indicado por la posición que la marca ocupa sobre la superficie de la carta.
- Combinación de los dos métodos anteriores.
- El número de cartas a marcar debe reducirse al mínimo posible, ya que esto reduce las posibilidades de que sean descubiertas. Por ejemplo, en un juego de siete y media, se dejarían sin marcar los palos, ya que es innecesario y todas las medias, (sota, caballo, rey), ya que son las más numerosas, aproximadamente un tercio de la baraja. Al blackjack, se seguirá el mismo principio que para el siete y media. Debe seguirse la regla de que la ausencia de marca es una marca en sí mismo si el resto de la baraja está marcada.
- Simplificar al máximo las marcas colocadas sobre las cartas.