La baraja Pop eyed popper deck fue ideada por Ralph W. Hull en 1942, se trata de una baraja de forzaje, ideal en su versión jumbo, para magia de escenario. Trabaja con el mismo fundamento que una baraja Svengali, es decir con la opción de mostrar todas las cartas distintas y con la posibilidad de forzar una carta, que es repetida 26 veces. En lugar de usar el principio de cortas/largas como se hace en la baraja Svengali, (26 cartas normales de caras distintas alternadas con 26 cartas cortas de caras iguales), la baraja pop eyed popper deck usa el principio áspero/liso.
La construcción de la baraja es muy sencilla, se alternan 26 cartas de caras distintas tratadas por sus dorsos con antiderrapante y 26 cartas de caras iguales tratadas por sus caras con antiderrapante.
La baraja ofrece algunas ventajas respecto a la baraja Svengali como es la de poder abrirla en abanico o extenderla entre las manos o en la mesa para mostrar que todas sus cartas son distintas, (las cartas iguales quedarán pegadas a las cartas distintas no mostrando su cara), al dar la vuelta a la baraja y extenderla por sus dorsos, si se da a elegir una carta, ésta será forzosamente una de las repetidas, ya que extendida por su dorso las cartas distintas son las que quedan ocultas.
De igual modo que para forzar una carta, puede usarse para revelar una carta elegida por el espectador al final de una rutina, pueden emplearse distintos métodos, ya que por sus dorsos todos los naipes serán iguales. Por ejemplo:
- Una vez extendida una cinta de cartas sobre la mesa dar a oler la misma a una mascota que hubiera en la sala, preferiblemente un perro, invariablemente olerá la carta elegida por el espectador.
- Se puede elegir la carta de la extensión por medio de un espectador con los ojos vendados, poniendo de manifiesto los poderes mentales del mismo.
- Puede encontrarse la carta mediante un juguete mecánico de los de cuerda, que parará sobre la carta elegida por el espectador.
- Puede apuñalarse la cinta de cartas con los ojos vendados, localizando la carta del espectador.
Su manejo es mucho más sencillo que el de una baraja Svengali, por lo que es ideal para cartómagos principiantes.