Por baraja entendemos al conjunto de naipes de distintos valores y palos. Este objeto tiene en Castellano un nombre específico para nombrarlo, ya que en países de habla francófona o de habla Inglesa no existe un término único para referirse a este conjunto de naipes. De este modo, en francés se le denomina "cartes a jouer", mientras que en inglés se le dice "cards playing", siendo su traducción al castellano, cartas de juego o cartas para jugar. En inglés puede también decirse "deck of cards", (paquete de cartas).
La etimología de la palabra no está clara, no fue hasta 1884 cuando la RAE, (Real Academia Española), propuso una del céltico "barad" que significa engaño, dado que esta etimología no está del todo fundada, las posteriores ediciones del Diccionario de la Real Academia Española la obvian. Otras etimologías propuestas como la que propone que baraja derivaría de la palabra semítica baraka que significa bendición no tiene fundamento alguno.
Hasta pasado el siglo XVI, se empleaba el término baraja para referirse tanto al conjunto de naipes como a una pelea, esto puede verse en algunas novelas picarescas como "Rinconete y cortadillo". El refranero también aporta algunos dichos en este sentido: "ni baralles con alcaide ni prestes mujer a fraile", (baralles significa aquí ni pelees o ni pleitees). En algunas lenguas como el Valenciano esta diferenciación todavía no está clara, empleándose en algunas zonas el término barallar con el significado de barajar o pelear simultáneamente.
De forma poética a la baraja se la denominaba sobre todo en el siglo XVI como "desencuadernado" por su parecido con un libro que tuviera sus páginas sin coser. En su libro "Tesoros de la lengua castellana o española" de 1611, Sebastián Covarrubias así la denomina.