Para un casino el enemigo a batir es cualquier jugador que gane dinero regularmente, por ello los contadores de cartas en el blackjack han sido su obsesión desde que surgieron en la década de los años 60 gracias a la publicación del libro de Edward Oakley Thorp "Beat the dealer". En su afán de combatirlos han ideado numerosas estratagemas desde someter al jugador a presión hasta prohibirle la entrada al casino, algo que en la gran mayoría de países es ilegal, pues el hecho de contar las cartas no es ningún delito en sí mismo, ya que no es más que la aplicación de unos conocimientos que respecto al juego tiene el jugador profesional. El casino trata de clasificar a los jugadores en base a su comportamiento en la mesa, por el modo en el que realizan las apuestas, llegando incluso a monitorizar las apuestas con un software especial para detectar si se sigue o no un patrón de apuestas específico, por su comportamiento con respecto al croupier, y un largo etc. Con esto tratan de descubrir los contadores de cartas entre los innumerables clientes que acuden a su establecimiento. Para un casino, el perfil de un contador de naipes en el Blacjack se corresponde con los siguientes parámetros, (prejuicios en algunos casos), entre otros:
- Los contadores de cartas suelen ser varones de raza blanca de entre 30 y 35 años, generalmente con barba, visten de manera informal nada acorde a la cantidad de dinero que manejan.
- Los contadores de cartas suelen deambular, (técnica denominada wonging), por la sala de juego en busca de una mesa que arroje una buena puntuación antes de iniciar su ataque.
- Los contadores de cartas no beben alcohol ni fuman, (es lo lógico si se tiene que permanecer con los cinco sentidos alertas para seguir la cuenta).
- los contadores de cartas no suelen dar propinas a los croupier, (es lo aconsejable si se quiere rentabilizar al máximo las ganancias).
- Un contador de cartas disminuye su apuesta o incluso la retira ante un empate o al finalizar un sabot, (hasta saber en que momento el sabot le es favorable).
- Un contador de cartas piensa un poco antes de efectuar su apuesta, (tiene que trabajar con datos como la varianza, la penetración del juego, el riesgo de ruina, la desviación standard para gestionar adecuadamente su bankroll o capital.
- Un contador de cartas cambiará una cantidad media de dinero en fichas, pero empezará su juego con una apuesta muy baja, normalmente la mínima de la mesa, (es lo lógico hasta que no se sepa si el sabot tiene una cuenta favorable al jugador).
- Un contador de cartas nunca asegura su apuesta cuando esta es baja. Por el contrario si está en juego una gran suma se asegurará independientemente del valor de su mano, (esto es debido a que la banca no paga en proporción adecuada el seguro, por lo que los profesionales lo evitan, de las trece cartas que componen un palo sólo cuatro 10, j, Q, K hacen blackjack, contra 9 que no lo hacen por tanto debería pagarse 9 a 4 en lugar de 2 a 1, esto representa para la banca un beneficio del 7,69 %.
- Los contadores de cartas no suelen entablar conversación con nadie. Suelen estar atentos al contenedor de descartes y miran varias veces la mesa repasando sus cuentas, (se está centrado en el trabajo).
- Un contador de cartas no vacila a la hora de jugar una "stiff hand", mano con pocas posibilidades de ganar entre 12 y 16, (no queda más remedio que seguir la estrategia básica).
- Un contador de cartas siempre hace apuestas mínimas en la primera mano de un sabot recién barajado, (hasta saber si le es favorable o no).
- Un contador de cartas varía el importe de su apuesta en función del juego.
Para ganar dinero de forma regular en un casino es esencial que al menos éste no nos tenga en su lista negra como contador de cartas y que sigamos siendo bienvenidos, lo ideal es pasar por un jugador cualquiera sin hacerse notar. Existen algunas técnicas que se emplean con este objetivo a éstas se las denomina técnicas de camuflaje, algunas de ellas son:
- Vestir de acuerdo a nuestro nivel de apuestas. Si asistimos a un casino durante el día podemos ir vestidos como alguien que hiciera novillos de la oficina. Si vamos vestidos como un turista, recordar que aunque este es un buen disfraz sólo debe usarse en lugares a los que no vamos regularmente.
- Al entrar a un casino no deambular, iremos directamente a la mesa en el que el croupier esté barajando y nos sentaremos tras saludarle.
- Si se juegan apuestas de 5 euros deberemos cambiar una cantidad entre 40 y 100 euros.
- Evitaremos hacer uso de expresiones propias de los entendidos en juego.
- Simularemos dudar antes de jugar una "stiff hand", (mano con pocas posibilidades de ganar), pediremos consejo a algún jugador vecino.
- No variar la estrategia básica como una forma de camuflaje.
- No pedir ningún servicio a los camareros, son demasiado lentos y esperándolos nos veríamos obligados a jugar un sabot desfavorable. Pediremos de beber, generalmente bebidas sin alcohol como zumos, directamente en la barra y lo llevaremos con nosotros.
- Procuraremos tener siempre la apuesta en lugar indicado para ello, ya que sólo los jugadores profesionales meditan sobre la cantidad más adecuada a apostar en cada mano. Si nos hemos pasado o hemos hecho blackjack aprovecharemos el tiempo que esto nos da para colocar nuestra apuesta mientas el croupier se da cartas. Con práctica nuestra apuesta será la indicada sin dar la sensación de que nos detenemos a pensar.
- Los jugadores normales nunca abandonan una mesa tras una victoria. Si el sabot se ha vuelto desfavorable, (con cuentas inferiores a -1), antes de levantarnos continuaremos jugando con la apuesta mínima hasta que perdamos una mano, en ese momento abandonaremos la mesa.
- Si se da propina al croupier se debe hacer con moderación y en el momento en el que tengamos colocada una apuesta de gran valor, esto dará la impresión de que estamos buscando su colaboración.
- Al menos dos o tres veces en cada sesión de juego iniciaremos la primera mano de un sabot con dos o tres veces la apuesta mínima.
- No comentar con nadie nuestras habilidades con el juego.
- No aconsejar o ayudar a otros jugadores a efectuar correctamente sus manos.
- No aparentar confianza.
- No actuar como un perdedor cuándo se está ganando, a la mayoría de los jugadores les gusta ganar y suelen demostrarlo con su actitud, y lenguaje corporal (gestos de alegría).
- Nunca debe de admitirse haber leído acerca del blackjack o tener algún conocimiento acerca de autores famosos.
- Asegurar la apuesta ocasionalmente contra el As del croupier cuando se esté efectuando una apuesta mínima. Es mejor realizar esta acción cuando un jefe de mesa o sala esté mirando.
- En las mesas que lo permitan nunca solicitar el "even money", (cobrar un blackjack 1 a 1 cuando el croupier tiene un As).
- No aumentar la apuesta después de una perdida.
- No disminuir la apuesta después de una ganancia.
- No aumentar la apuesta de forma drástica como pasar de una unidad de apuesta a cinco unidades en una sola mano.
Estos tres últimos métodos repercuten sobre la esperanza y la varianza, deben por tanto ser estudiadas de antemano antes de utilizarlas en el casino