Son innumerables los dichos y refranes que hacen referencia al juego de azar, algunos proceden del ingenio de los propios jugadores, otros proceden del refranero, sirva como ejemplo los siguientes:
Jouer noir, jouer rouge, c'est toujour Blanc qui gagne: Esta frase era pronunciada por un croupier de Montecarlo ante la demanda de consejo que sobre el juego le hizo M. Edmond Rostand. Quiso con ella ilustrar la ventaja de la banca a la ruleta. (juegue negro, juegue rojo, siempre gana blanco, (Blanc en francés), ya que el director del casino era Camille Blanc. Esta anécdota está recogida en la obra de Victor Du Blé "Histoire anecdotique et psychologie des jeux de cartes, dés, échecs".
La única manera de vencer al casino es comprándolo: Aristóteles Onassis armador griego, fue dueño del casino de Montecarlo.
El juego de azar constituye una declaración de bancarrota por parte del intelecto: Frase atribuida a Schopenhauer.
Existe un futuro bribón en todo hombre que se juegue su fortuna a una sola carta: Honoré de Balzac.
Existen dos ocasiones en la vida en las que el hombre no debe jugar, cuando tiene dinero para jugar y cuando no lo tiene: Frase atribuida al escritor Mark Twin.
Hacer del juego un negocio no puede compararse con el negocio del juego: Frase atribuida al escritor estadounidense Ambroise Bierce.
Existe un método secreto para volver del casino con una pequeña fortuna, ir con una gran fortuna: Del escritor chileno Isidoro Loi.
Desafortunado en el juego, afortunado en amores: Este dicho se atribuye a los envidiosos contemporáneos de Giacomo Casanova, quienes se consolaban de este modo de las ínfimas posibilidades que para con las damas les dejaba.
Cambiar el naipe: En una conversación, frase empleada figuradamente para cambiar el contenido de la misma o pasar a otro asunto.
Estar como el naipe: Figurada y familiarmente, estar alguien muy delgado.
Jugarse la última carta: Expresión usada para indicar que se va a hacer uso de una última oportunidad.
Jugar bien sus cartas: Se emplea para indicar que una persona sabe o debe actuar con astucia en asuntos delicados.
Perder con buenas cartas: Figuradamente se emplea para decir que se ha perdido alguna pretensión, a pesar de tener todos los méritos necesarios para su obtención.
Jugar a cartas vistas: Se emplea esta frase figuradamente para indicar que se obra a ciencia cierta, por poseer datos de los que los demás carecen.
Romper la baraja: Expresión usada coloquialmente para indicar el fin de un trato, o para indicar que la situación ha llegado a su límite.
Meterse en baraja: Frase hecha usada para indicar que alguien se mete donde no le incumbe, y más propiamente para indicar que alguien se mete en problemas o peleas. Recordemos que hasta el siglo XVI se empleaba el mismo término para baraja y pelea. (etimología de la palabra baraja).
Jugar con dos barajas: Se emplea para decir que se tienen todas las posibilidades de ganar o acertar en algo, ya que figuradamente significa jugar con ventaja. También se emplea para indicar que alguien no es de fiar, juega con dos barajas.
Poner las cartas sobre la mesa: Aclarar algo. Procede esta expresión del momento en los juegos de azar, en el que se descubren las cartas, aclarando con ello quién es el ganador de la mano.
La bolsa del jugador no necesita atador: Refrán español que pone de manifiesto tal vez de manera un tanto prejuiciosa, la adicción que tradicionalmente se presumía a cualquier jugador, y lo fácilmente que se vuelve a perder lo ganado en el juego de azar.
En amor y juego, ve más quien está fuera de ello: Refrán español que nos dice que en asuntos de amor y juego, piensa con más sensatez quién no participa de ellos, pues es más objetivo y no se deja llevar por las pasiones
Dinero al juego ganado, es dinero prestado: Refrán español con el mismo significado que el anterior.
Dinero que el naipe ha traído, hoy venido, mañana ido: Refrán español con el mismo significado que los anteriores.
La mayor posibilidad de éxito en el juego consiste en no jugar en modo alguno: Consejo dado por Girolamo Cardano, (1501-1576), en su libro "Libro de juegos de azar".
Entre pillos anda el juego: Frase hecha con la que queremos dar a entender que en un hecho cualquiera de la vida o en un negocio, ambas partes no son de fiar, pues ambas actúan con ventaja.
Las cartas y los dados son los libros y los huesos del diablo: Refrán inglés, para poner en evidencia lo perjudicial que es el juego de azar.
En casa del jugador poco dura la alegría, noche de la "ganá" vispera de la "perdía": Refrán español que quiere decir que a largo plazo, el jugador no puede ganar, pues perderá en el mejor de los casos tantas veces como gane.
Las ganancias del que juega, no dura semana entera: Refrán español con el mismo significado que el anterior.
Ganancia de juego, arde como fuego: Refrán español con el mismo significado que los dos anteriores.
El jugador es recogedor de salvado y tirador de harina: Refrán español que pone en evidencia el carácter de muchos jugadores. Se emplea para indicar la dilapidación que de su dinero puede hacer el jugador, ya que al ganar con facilidad no lo valora.
De enero a enero, el dinero para el banquero: Refrán español empleado para indicar que la banca es invencible gracias a su ventaja matemática.
De invierno a invierno el dinero para el gobierno: Este refrán de origen español es muy similar al anterior, aunque se usa referido al juego de la lotería nacional.
Bien juega quién mira: Esta frase se usa para indicar que es muy fácil dar consejo si no se tiene la responsabilidad de tomar decisiones en algún caso concreto. Esta frase se emplea en los juegos de azar para reprender a los mirones cuando aconsejan o censuran una jugada.
Quién aconseja no paga: Frase usada para decir que quien tiene la responsabilidad de decidir es la persona a quien le cuesta dinero la empresa o negocio. En el juego de azar se emplea cuando uno de los mirones de la partida aconseja a algún jugador que acepte el envite de un contrario.
Bien juega, quién no juega: Refrán español con el mismo significado que las dos frases anteriores.
El mejor jugador sin cartas: Se usa para decir que se ha dejado al margen de algún negocio o empresa a la persona más capacitada.
Descubrirse el pastel: Aunque no lo parezca a simple vista esta expresión proviene también del mundo del juego de azar. La usamos para indicar que se ha descubierto la trampa, juego sucio o treta en cualquier ámbito de la vida. Significa hacerse público y manifiesto algo que se trataba de ocultar. Si nos fijamos en una de las acepciones que recoge el DRAE vemos que pastel significa, "En el juego, fullería que consiste en barajar y disponer los naipes de modo que se tome quien los reparte lo principal del juego, o se lo dé a otro su parcial".
Estar o quedarse a dos velas: Esta expresión se usa coloquialmente para indicar carencia o falta de dinero, según lo recoge el DRAE. Su origen se debe a que antiguamente en las timbas se colocaba a los banqueros entre dos velas. Sucedía a veces, que el banquero perdía todo su dinero, con lo que se deshacía la partida quedando el banquero "a dos velas" es decir solo entre las velas y sin un euro. Posteriormente y por extensión empezó a usarse para referirse a alguien que se quedaba sin dinero.
En la mesa y en juego se conoce al caballero: Refrán español, significa que la caballerosidad únicamente se manifiesta en situaciones difíciles.
Carta en la mesa, pesa: Refrán que indica que una vez se han volcado las cartas el hecho es irrevocable, no pudiendo alegar después de enseñar las cartas error o desconocimiento. Figuradamente expresa que una vez aceptada una condición, esta ha de respetarse.
Tener buena o mala pinta: La expresión se aplica a cualquier cosa o negocio que tenga mal o buen aspecto, o perspectivas o no de éxito respectivamente. Procede esta expresión de la forma en que pueden mirarse los naipes españoles por sus extremos cortos, por las pintas o señales que tienen en los mismos y que permiten saber de que palos son sin necesidad de descubrirlos del todo. En determinados juegos en los que se escoge triunfo por ejemplo la Brisca, el jugador mirará sus cartas por los extremos cortos, si estas marcas coinciden con el triunfo de la mano, dirá que las cartas tienen buena pinta, si no coinciden dirá que tienen mala pinta.
No pintar nada: Expresión usada para indicar que una persona sobra o no se hace valer. Ateniéndonos a la explicación anterior sería el caso en el que las cartas del jugador al mirarlas por sus extremos, (pintas), no coinciden con el triunfo o no ligan entre ellas.
No saber a que palo va: Frase usada para indicar que una persona es poco clara o poco de fíar.
No saber que palo quedarse: No saber que decisión tomar en un momento concreto.
Dar el pego: Figuradamente se emplea la expresión "dar el pego" para referirse a engañar con artificios. Esta expresión se usa para indicar engaño o ganancia obtenida con malas artes. Procede de las antiguas mesas del juego del monte, en el que se solía usar la trampa del pego, consistente en sacar dos cartas como una, veáse técnicas de tahúr.
Cantar las cuarenta: Sentencia usada para expresar claramente lo que se piensa aun cuando moleste. Esta expresión procede del juego del Tute en el que las cuarenta es el número de puntos que obtiene un jugador si reúne rey y caballo del palo que es triunfo, y lo declara o canta al ganar una baza. Durante el transcurso del juego, se oyen frases como "cuidado que te canto las cuarenta", lo que a veces es molesto para los demás jugadores, pues significa que se van a obtener 40 puntos. De aquí y por extensión ha pasado al lenguaje coloquial actual.
Mantenerse en sus trece: Expresión usada para indicar que uno se mantiene en la postura elegida a pesar de todo. Tiene su origen en un antiguo juego parecido al Siete y media en el que la máxima jugada era quince puntos, ganando aquellos jugadores que se planten lo más cerca posible a esta puntuación. En este juego es normal que los jugadores se planten con trece puntos por temor a pasarse, a pesar de que la banca los anime a seguir.
Tomar cartas en el asunto: Implicarse en algo, interesarse por un negocio en particular.
De órdago: Expresión usada para hacer ver que algo es fuera de lo común. Esta expresión se emplea en el juego del mus cuando un jugador hace un envite por la totalidad de su resto. Esta frase también se emplea en el sentido de presionar a alguien "hacer un órdago", el jugador se ve igualmente presionado en el juego cuando un rival le hace un órdago, ya que se trata de una jugada decisiva.
Pintan bastos: Frase usada para referirse a una mala racha o cuando se presenta una mala situación para algún asunto o alguien. Se dice por analogía con el símbolo del basto, un palo y estaría relacionada esta expresión con otras del tipo "llevarse un palo".
No tenerlas todas consigo: Expresión que significa temor o recelo a no conseguir algo, proviene del mundo del juego de azar y equivale a no tener las cartas necesarias para ganar la mano.
Llevar las de ganar: Expresión relacionada con la anterior y que significa, según el DRAE, "disponer de medios sobrados para alcanzar el éxito". En el juego de azar, de donde procede esta frase significa llevar cartas ganadoras.
Llevar las de perder: Expresión relacionada con las anteriores, significa, según el DRAE, "estar en posición desventajosa o desesperada". En el juego de azar, de donde procede esta frase, significa llevar cartas malas.
El juego cumple una alta misión moral, sirve para arruinar a los idiotas: Santiago Rosiñol.
La probabilidad es la verdadera guía de la vida: Cicerón, (106-43 a.C.).
Curioso este juego del matrimonio. A pesar de que la mujer tiene las mejores cartas siempre pierde la partida: Oscar Wilde.
El destino baraja, nosotros jugamos: Esta frase evidencia la imposibilidad del jugador de abstraerse de los embates del azar. Arthur Schopenhauer.
Darse un tute: Expresión utilizada para indicar que se ha hecho un esfuerzo desproporcionado. Tiene su origen en el juego del Tute en el que existe una jugada especial consistente en reunir los cuatro reyes, (Tute de reyes), o los cuatro caballos, (Tute de caballos), con lo que se gana la partida instantáneamente. Por la rareza de esta jugada, por la dificultad y esfuerzo que conlleva su obtención se ha extrapolado al lenguaje como sinónimo de esfuerzo.
Cuatro reyes y un revolver ganan a cuatro ases: Frase dicha por Al Capone.
En toda apuesta existe un tonto y un ladrón: Proverbio norteamericano.
Más destruye el juego que el fuego: Refrán que pone de manifiesto lo destructivo que puede ser el juego si alguien cae de forma patológica en sus redes.
En el sembrar, casar y jugar no se debe aconsejar: Refrán español, suele decirse a los mirones de las partidas cuándo aconsejan que hacer al jugador.
A hombre jugador y caballo corredor poco les dura el honor: Este refrán pone de manifiesto lo difícil que es mantenerse moralmente íntegro en un ambiente como el del juego de azar. Se refiere también a que tarde o temprano el jugador adquirirá deudas que no podrá saldar.
Quien destaja no baraja: Expresión que aparece en la obra de Cervantes "Don Quijote de la Mancha" para indicar que no se puede ser juez y parte en un mismo asunto. Quien corta la baraja no debe barajarla. En la época de Cervantes destajar significaba cortar.
Este es mi consejo para el nonato. No nazcas con instinto jugador a menos que tengas buen sentido de las probabilidades: Jack Dreyfus del fondo de inversiones Dreyfus.
Cuando un jugador recoge una baraja o un par de dados, siente como si hubiese reducido un mundo incontrolable a un tamaño finito, visible y comprensible: Annabel Davis-Goff en el libro "El compañero literario del jugador".
El impulso por apostar es tan universal y su práctica tan agradable que lo supongo malvado: Heywood Broun.
El casino no vence al jugador, solo le ofrece la oportunidad de autodestruirse: Nicholas Andreas Dandalos, Nick el griego.
La fama en el juego se sigue normalmente de una sentencia de cárcel. Nicholas Andreas Dandalos, Nick el griego.
La suerte es como una mujer, esa mujer es el amor de mi vida. Nicholas Dandalos, Nick el Griego.
Salvo atracándola, es imposible ganar dinero en una mesa de ruleta: Albert Einstein, científico. Ver origen de este dicho.
Dios no juega a los dados con el universo: Albert Einstein.
El juego es un principio inherente a la naturaleza: Dicho por Edmund Burke, durante su discurso de 1780 en la Cámara de los Comunes.
What happens in Vegas stays in Vegas: Se usa como sinónimo de discreción, procede del dicho "what happens here stays here" . what happens in Vegas stays in Vegas.
Si pierdo hoy, espero con ansia ganar mañana. Si gano hoy, espero expectante perder mañana. En realidad, esto no es diversión: Chico Marx.
Tenía la tranquila confianza de un cristiano con cuatro ases: Mark Twain, escritor estadounidense. Con esta frase Twain quiere extrapolar a la vida diaria, la tranquilidad que dan cuatro ases en una partida de Poker.
Todo el mundo sabe que de humo y espejos constan los casinos: Alan Krigman. Con esta frase el autor quiere aclararnos que nada vamos a obtener jugando contra un casino.
El juego es el más tonto, imprudente e impúdicos de los pasatiempos: Fiódor Mijáilovich Dostoyevski, escritor ruso.
Un tramposo sólo lo es cuando es cogido haciendo trampas: Troy "Scales" Simpson.
Un mago capaz de hacer trampas es un buen mago, un tahúr capaz de hacer magia es un hombre peligroso: Randal Freeman.
Ningún sistema puede convertir un juego desfavorable en un negocio rentable: Patrick Billingsley.
Para mí, un jugador es alguien que juega a las máquinas recreativas. Prefiero poseer máquinas recreativas: Donald Trump.
Considere el "Jack's or better" como si la barra de chocolate Hershey fuera el video Poker de la tienda de chucherías: clásica, fiable, directa y simplemente satisfactoria: Andrew Brisman. Vendría a significar que este juego es más que suficiente para saciar las ansias de juego de un ludópata. El "Jack or better" es una modalidad de video Poker gratuito ofrecido por muchos casinos online. La barra de chocolate Hershey, es todo un clásico en los Estados Unidos de América.
Ninguna esposa puede soportar a un marido jugador salvo que gane regularmente: Lord Dewar.
El éxito del casino es debido a la ignorancia de muchos y al conocimiento de pocos: VP Pappy.
¿Soy el único que piensa que una mesa de craps se parece a un gran ataúd abierto?: VP Pappy.
Puedes llevar a un jugador a un casino, pero no puedes hacerle pensar: VP Pappy.
Nunca te enamores de un casino, únicamente te romperá el corazón: VP Pappy.
Casinos y prostitutas tienen mucho en común, ambos quieren quedarse con tu dinero y envíarte a casa con una sonrisa en la cara: VP Pappy.
El cero es tan odioso como la suerte de las otras personas: F. Scott Fitzgerald.
Los hombres de acción se ven favorecidos por la Diosa Fortuna: George S. Clason. Indica esta frase que en la vida hay que arriesgar un poco, tomar un papel activo en la misma.
La diligencia es la madre de la buena suerte: Benjamín Franklin. El autor nos dice con esta frase, que el esfuerzo y el trabajo siempre tienen recompensa.
La mejor lotería, trabajo y economía: Refrán español, con el mismo significado que la frase anterior.
El juego lo abarca todo. Combina el instinto natural del hombre por el mismo, con su deseo de saber sobre su destino y su futuro: Franz Rosenthal en su libro "El juego en el Islam", 1975.
Los italianos llegan a la ruina generalmente de tres maneras. Las mujeres, el juego, y siendo agricultor. Mi familia escogió la más lenta: Papa Juan XXIII.
Debe jugarse honradamente siempre y cuando uno tenga las cartas ganadoras: Oscar Wilde.
La suerte nunca da, solo presta: Proverbio.
A veces la suerte visita a un tonto, aunque nunca se sienta con él: Proverbio alemán que pone de manifiesto que la suerte a veces favorece a los novatos, pero siempre favorecerá a aquel que sabe.
Nadie es más afortunado que aquel que cree en su suerte: Proverbio alemán.
Mejor una onza de suerte que una libra de oro: Proverbio judío.
Ve y despierta a tu suerte: Proverbio persa.
Arroje un hombre afortunado al mar y volverá con un pez en la boca: Proverbio árabe.
Nueve jugadores no podrían alimentar un gallo: Proverbio yugoslavo, que quiere poner de manifiesto la imposibilidad de vivir del juego de azar.
Los hombres superficiales creen en la suerte. Los hombres fuertes creen en la relación causa efecto: Ralph Waldo Emerson.
Algunos moralistas condenan las loterías y se niegan a ver algo noble en la pasión normal del jugador. Juzgan el juego como algunos ateos juzgan la religión, por sus excesos: Charles Lamb, "Ensayos de Elia", 1832.
Si un hombre que no sabe contar encuentra un trébol de cuatro hojas, ¿será afortunado?: Stanislaw J. Lec.
El campeón se crea su propia suerte: Red Blaik.
La suerte no es algo que pueda mencionarse en presencia de hombres hechos a sí mismos: E.B. White.
Todo en la vida es suerte: Donald Trump.
Creo ciegamente en la suerte. He descubierto que cuánto más trabajo más tengo: Thomas Jefferson.
La suerte favorece a las mentes preparadas: Louis Pasteur.
Creo en la suerte. ¿Como explicar si no el éxito de aquellos que me desagradan?: Jean Cocteau.
Lo único seguro sobre la suerte es que va a cambiar: Wilson Mizner.
Puedes confiar tu suerte a una pata de conejo, pero recuerda que no tuvo efecto alguno sobre él: R. E. Shay.
La forma más segura de doblar tu dinero es plegarlo y guardarlo en tu bolsillo: Kin Hubbard.
La suerte es siempre culpable: Jean de la Fontaine.
La suerte lo concierne todo. Deja siempre tu anzuelo echado y encontrarás peces en el arroyo más inesperado: Ovidio.
La suerte nunca hizo a un hombre sabio: Séneca.
El hombre ha hecho de la suerte un ídolo como excusa de su imprudencia: Demócrito.
Ni baralles con alcaide ni prestes mujer a fraile: Refrán español, que resalta la inutilidad de emprender acciones perdidas de antemano. De nuevo se emplea el verbo barallar, barajar, como sinónimo de pelea. Recordemos que hasta el siglo XVI se empleaba el mismo término para baraja y pelea. ver etimología de la palabra baraja.
Un tonto y su dinero nunca permanecerán mucho tiempo juntos: Refrán francés muy empleado en ambientes de tahurismo.
La suerte va y viene, el conocimiento queda: Frase usada para evidenciar la necesidad de que el jugador esté formado. Teniendo conocimientos sobre el juego de azar, es más probable que podamos vivir de él con mayor garantía, que expuestos a los embates de la fortuna.
La vida es un juego del que nadie puede retirarse, llevándose las ganancias: André Maurois.
Juego, mujer y vino sacan al hombre de tino: Refrán español.
Juego y paseo sólo para recreo: Refrán español.
Quien a menudo juega, come y bebe, paga tarde lo que debe: Refrán francés.
En casa del jugador y del que jura, nunca faltan desventuras: Refrán español que quiere resaltar la parte negativa del juego de azar.
Quien limpio juega, limpio vuelve a casa: Refrán español, que trata de evidenciar que la única forma de ganar de forma regular es haciendo trampas.
Ni santo sin estampa, ni juego sin trampa: Refrán español que quiere resaltar que el juego de azar es por costumbre poco lícito.
Jurar y jugar malos son de quitar: Refrán español que enfatiza lo difícil que es abandonar el juego cuando se tiene por vicio.
Toros, naipes y vino llevan al hombre a San Bernardino: Refrán español que recalca algunas de las causas que pueden llevar a la ruina. San Bernardino era un antiguo asilo de Madrid. Toros se emplea aquí como sinónimo de fiesta.
Si a tu amigo quieres conocer, hazle jugar y beber: Refrán español, resalta que en estas circunstancias se saca lo peor de las personas.
Con quién no compra pan, no te pongas a jugar: Refrán español que advierte de que no se debe jugar con quién no tiene dinero, ya que ninguna ganancia se obtendrá.
Quien jugó, pidió y hurtó; jugará, perderá y hurtará: Refrán español que quiere resaltar la persistencia de los vicios en quién los padece.
As de oros no lo jueguen bobos: Refrán español, destaca la necesidad de que no se metan en negocios aquellas personas que no los entiendan. En el juego de azar la conveniencia de que no jueguen quienes no entienden o estén preparados.
A fullero viejo, flores nuevas: Refrán español, se usa para poner en evidencia que han de usarse tácticas nuevas ya sean en los negocios o en el juego de azar, cuando la persona con la que tratamos es experta. Fullero es sinónimo de tahúr, flores significa trampa, ya que de este modo se las conocía en el siglo XVI, tal y como puede verse en la novela de Miguel de Cervantes "Rinconete y Cortadillo".
Mi hijo Benito, cuando pierde, pierde un ganado, cuando gana, gana un cabrito: Refrán español usado para evidenciar que en el juego de azar se pierde más que se gana.
Desquitóse Miguelejo; perdió un ducado; ganó un conejo: refrán español con el mismo significado que el anterior.
Juego y bebida, casa perdida: Refrán español, pone de manifiesto lo que espera al hogar del que juega y bebe sin mesura.
Hijos de jugador no riñen por partición: Refrán español, que pone en evidencia la ruina que espera al jugador y a sus familiares, en este caso descendientes, ya que supone que el jugador no deja herencia.
Mil estudiantes, mil nobles; mil jugadores mil pobres: Refrán español.
Aunque juegues con tu abuelo, nunca sobra un barajuelo: Refrán español que recuerda la importancia de mezclar y cortar la baraja en cualquier circunstancia. Significa también no fiarse de nadie.
Tres cosas nos quita el juego, tiempo, conciencia y dinero: Refrán que pone de manifiesto los aspectos negativos del juego.
En amor y juego, ve más quien está fuera de ello: Este refrán pone de manifiesto que tanto en el juego como en el amor, dos pasiones del ser humano, es más objetivo quién no participa de las mismas, ya que suelen embotar la razón.

Il y a trois portes à cet antre,
l'espoir, l'infamie et la mort.
c'est par la première qu'on entre
et par les deux autres qu'on sort. Inscripción puesta a modo de epitafio en la puerta de una casa de juego del Palais royal de Paris en el pasado siglo XIX, "tres puertas tiene este antro, la esperanza, la infamia y la muerte. Se entra por la primera, se sale por las otras dos". Aparece en el libro "Trente ans ou la vie d'un joeur" de Henry Hazart página 12 y en el libro de jose carlos bruna "El juego", página 77
Bibliografía: La última parte de los refranes españoles pueden encontrarse en las siguientes obras:
Ouver J. M: "Refranero español", Madrid, 1983.
Martínez Kleiser L: "Refranero general ideológico español", Madrid, 1953.