Alice Ivers, más conocida como "Poker Alice" nació el 17 de febrero de 1851 en el seno de una familia conservadora en Devon, Inglaterra. Cuando contaba con doce años su familia emigró a Estados Unidos, estableciéndose en Virginia, donde Alice se formaría en colegios de élite. Años más tarde siendo Alice adolescente, su familia se trasladó al campamento minero de Leadville, en Colorado. Allí se casaría a la edad de veinte años con el ingeniero Frank Duffield, de quién aprendería la esencia del Poker, pues le acompañaba en sus partidas, limitándose al principio a observar el juego.
Enviudó pocos años después de casada al morir su marido en una explosión. Habiéndose quedado sin recursos ni medios de subsistencia podría haber trabajado, gracias a su formación, como maestra de escuela, pero el campamento a pesar de tener treinta y cinco mil habitantes carecía de ella. Siendo el juego de azar una forma de vida en muchos de los campamentos mineros del Oeste americano, no pasó mucho tiempo hasta que Alice se dedicó a jugar al Poker y al faro, tanto como jugadora como croupier. La presencia de una atractiva mujer en las mesas de juego no era una imagen corriente en aquella época, por lo que Alice adquirió fama rápidamente. Los salones se disputaban su presencia, ya que se formaba una multitud deseosa de verla jugar, además muchos jugadores la veían como un reto a batir. Trabajó como croupier en ciudades como Alamo, Trinidad o Georgetown.
Gran amante de la moda, adquirió la costumbre de gastar grandes cantidades en ropa tras cada gran victoria en el Poker, siendo la primera de ellas en Silver City, en la que ganó seis mil dólares, lo que en aquella época era una cantidad desorbitada.
En Deadwood hacia 1890, en una mesa de Poker conoció a su segundo marido, Warren G. Tubbs, pintor de brocha gorda y jugador ocasional. Alice le defendió del ataque de un minero ebrio haciéndole entrar en razón disparándole con su revolver. Con las ganancias del juego compró un rancho cerca de Sturgis donde se estableció junto a Tubb. Tuvo siete hijos, reduciendo durante este periodo al que calificó como el más feliz de su vida, su presencia en las mesas de juego. De nuevo enviudó hacia 1910 al morir Tubb de tuberculosis. Cuenta la leyenda que Alice tuvo que empeñar su anillo de casada para afrontar los gastos del funeral, tras el mismo acudió a un salón de juego para ganar el dinero suficiente para recuperarlo. Contrató a un empleado llamado George Huckert para que cuidara de la granja, mudándose a Sturgis donde volvió a jugar al Poker como forma de ganarse la vida. Huckert propuso a Alice matrimonio en numerosas ocasiones, finalmente accedió argumentando no sin cierta ligereza que le debía tanto dinero en salarios que le era más rentable casarse con él que pagarle. Volvió a enviudar en 1913. Definitivamente siempre sería más afortunada en el Poker que en el amor. En 1910, Alice abrió entre Sturgis y Fort Meade un salón llamado "Palacio del Poker", en el que a la par se ofrecían juegos y prostitución. De profundas creencias religiosas Alice siempre mantuvo la norma de no jugar en Domingo. En este local se produciría el incidente que la llevaría a la cárcel, aunque por poco tiempo, ya que fue absuelta en el juicio por considerar que los hechos se habían producido en defensa propia. Unos soldados borrachos intentaron romper esta caprichosa norma de Alice, intentando obligarla a abrir su local en Domingo, produciendo en el mismo numerosos daños. Alice disparó sobre ellos con el revólver del calibre 38 que siempre llevaba encima, el resultado fue un soldado muerto y otro herido.
En sus últimos años tuvo numerosos encuentros con la justicia por contrabando y prostitución, siendo absuelta de ingresar en prisión por el Gobernador Bulow en 1928 debido a su avanzada edad, 77 años. Continuó jugando al Poker, de estos años procede su imagen más popular, vestida de hombre y con su inseparable puro, pues era una fumadora compulsiva.
Tras de ser operada de vesícula biliar, Alice murió en Rapid City el 27 de febrero de 1930 a los 79 años de edad. Fue enterrada en el cementerio de St. Aloysius en Sturgis, Dakota del Sur.