Aunque en Europa el juego del Craps tiene por el momento poco éxito, ya que la forma de apostar y la dinámica del juego suele ser confusa para los jugadores noveles, no sucede lo mismo en los Estados Unidos de América donde es uno de los juegos preferido por los jugadores de los casinos de Las Vegas y Atlantic City. En mi opinión los jugadores de Craps suelen ser ocasionales o aficionados, ya que no se trata de un juego en el que merezca la pena profesionalizarse.
Como todos los juegos de dados se trata de un juego pasional, rápido, con poco tiempo para pensar, en el que normalmente el jugador se deja llevar por sus instintos, realizando un juego poco reflexivo y a veces llevado por la desesperación, violento, lo que evidentemente se traduce en una ventaja más para el casino.
Aunque hay documentados juegos parecidos al Craps en épocas tan remotas como la romana o en culturas árabes antiguas, no es hasta la edad media, concretamente el siglo XII cuando se cuenta con documentación fiable sobre un juego de dados muy parecido al Craps actual conocido como Hazard, solían jugarlo los soldados de la tercera cruzada, ya que jugar a los dados era un modo popular de pasar el tiempo, todavía no habían aparecido los naipes.

De Inglaterra el Craps pasó a Francia, y hacia 1813, llevado desde este país a las colonias del sur de Norteamérica. La versión más moderna de este juego es relativamente reciente, pues procede directamente de la versión francesa del juego conocido como Azar, o Crapaud, palabra francesa para sapo, de la que pudiera derivar el nombre actual del juego: "Craps" o "Crabs" si tenemos en cuenta algunas distorsiones fonéticas. Esta versión es mucho más liviana que el originario Hazard y tuvo una gran aceptación en las colonias cercanas al río Mississippi, en las que los trabajadores de color lo adoptaron como propio. Era muy popular en Nueva Orleans a donde fue llevado por Bernard Xavier Philippe de Marigny de Mandeville, jugador, político y próspero terrateniente, a quien debemos el cambio del juego Hazard en el Craps.
El Craps pasó de jugarse en los círculos selectos de Inglaterra a jugarse en las calles de Luisiana, lo que motivó el auge de tahúres, el empleo de dados cargados y la proliferación de garitos y timbas en las que esquilmar los numerosos incautos. Desde las colonias del sur de América el Craps se extendió rápidamente hacia el norte, haciéndose popular en todo el país. Llegó a ser el juego más popular del mundo hasta que en los años ochenta y noventa del siglo XX aparecieron las máquinas recreativas que le quitaron este primer puesto debido a la novedad y a la facilidad con la que se podía jugar a las mismas.

Mientras el Craps desaparecía en la Europa de finales del siglo XIX y principios del XX, se hizo tremendamente popular en América donde continuó su desarrollo. Este hecho fue transcendental para que el Craps no desapareciera y pudiera retornar a Europa de la mano de los soldados estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial, paradójicamente éstos jugaban sobre una manta a los dados para pasar el tiempo, al igual que lo hicieran sus predecesores, los legionarios romanos o los soldados de las cruzadas.
Con este paso, el Craps realiza un azaroso e increíble camino desde sus orígenes, pasando de la soldadesca de la edad media a la nobleza de los siglos XVII y XVIII, de ésta a las calles del sur americano para retornar a Europa con la soldadesca de la segunda Guerra Mundial, para por último regresar a los círculos de élite del siglo XX representados por los casinos. El último paso en el largo desarrollo del Craps es su adaptación a internet. Si existe un testigo fiel además de creíble de que la pasión del juego de azar afecta por igual a todas las clases sociales, este es el Craps.
Fuente imagen "Pelea en la mesa de Hazard", British Museum.