Esta forma de revelar una carta es bastante antigua. Puede realizarse en cualquier contexto, funcionando particularmente bien en magia de escena. Se trata de una revelación muy visual que causa muy buena impresión en los espectadores, y puede presentarse de distintas formas:
- Cómica: En magia infantil se da a elegir una carta a un niño y se hace que otro siguiendo las instrucciones del mago sea el encargado de adivinarla.
- Error simulado: El mago puede llevar una carta impresa como una póliza de seguro contra errores del mago. Elegida la carta por parte del espectador el mago la pierde en la baraja y simula no ser capaz de encontrarla. Con impotencia saca la póliza de seguro y la entrega al espectador que vaya leyendo las cláusulas que no son más que indicaciones paso a paso del procedimiento, el mago sigue las indicaciones del espectador y encuentra por fin su carta.
Procedimiento:
- Se fuerza el cuatro de diamantes por el procedimiento que el mago prefiera.
- El principio consiste en plegar por la mitad cuatro veces consecutivas una hoja de papel tamaño cuartilla. La primera doblez se hace plegando hacia el mago el borde superior de la hoja. Se gira la hoja 90º hacia la derecha sin voltearla y se vuelve a doblar el borde superior hacia el mago, repetir este último paso dos veces más.
- Cortar diagonalmente la esquina interior de todas estas dobleces, es decir si se ha seguido el procedimiento indicado para hacer las dobleces, la esquina superior derecha, con lo que al desplegar la hoja aparecerá un cuatro de diamantes, revelando la carta elegida por el espectador.
Se suele hacer con una hoja de papel tamaño A4, (folio), pero creo más elegante hacerlo con una cuartilla, es decir la mitad de un folio ya que es estéticamente es más agradable a la vista, además es perfectamente visible y por su tamaño se asemeja más a un naipe.