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shellgame Espero que disfruteis de la lectura de la traducción que he hecho del "Sharp and flat" de John Nevil Maskelyne.

He liberado también todo el apartado de técnicas cartomágicas. Proximamente liberaré otras lecturas igual de interesantes para que continúeis profundizando en este apasionante mundo de la cartomagia y del tahurismo. Un abrazo.

                                                                      Antonio.

 

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Empalmar un naipe consiste en ocultar el mismo en la palma de la mano, teniéndolo oculto de la vista de los espectadores, sin que sospechen de ello. Se trata de una técnica fundamental en la cartomagia profesional, pudiéndose crear con esta técnica rutinas de gran impacto. A pesar de ello, y a pesar de no ser excesivamente difícil de ejecutar, es una técnica poco usada por los cartómagos semiprofesionales, fundamentalmente por falta de confianza en su ejecución. Una de las excusas más frecuentes para obviar su uso es el tamaño de las manos, argumentando quienes temen esta importante técnica que con manos demasiadas pequeñas es muy difícil hacer correctamente el empalme, hecho que se ha demostrado totalmente falso, pues en su correcta ejecución intervienen otros factores más importantes como puedan ser una correcta misdirection o una cobertura adecuada del mismo. Otra fuente de temor muy corriente es el tiempo en que ha de permanecer oculto el naipe, pues se teme que el espectador se aperciba de ello, esto es totalmente superable por el cartómago profesional con el adecuado uso del control de la atención de los espectadores o misdirection.

Con el dominio del empalme, la magia alcanza una autoridad que no puede alcanzarse con ningún otro medio, consiguiéndose efectos de gran impacto como los conseguidos por el cartómago Matt Schulien, quién posee un gran dominio de ésta técnica, aunque solo usa el empalme clásico por arrriba, incluso si quiere empalmar la carta inferior, para lo que dará la vuelta a la baraja bajo la cobertura de la mano derecha cuando pretende cuadrarla.  Esto da testimonio de que no se necesita ser diestro en todos y cada una de las técnicas de empalme, ya que dominando la misdirection, (parte más importante), podremos salir airosos de cualquier rutina con el conocimiento preciso de una sola técnica como hace Matt Schulien.

Distinguiremos entre dos tipos de empalmes:

  1. Empalme dinámico: la mano encargada de empalmar y ocultar el naipe tiene un papel activo en la técnica, desplazándose hacia la misma y colocándola en la palma. Para un diestro suele ser la mano derecha.
  2. Empalme pasivo: la mano encargada de empalmar y ocultar el naipe no realiza la técnica en sí, sino que con motivo de los movimientos de la otra mano, la carta queda pasivamente alojada en la mano encargada de empalmar la carta, para un diestro suele ser la mano izquierda.

A groso modo, siguiendo las enseñanzas de Arturo de Ascanio, un empalme consta de varias fases:

  • Fase primera o preparación: En algunas técnicas de empalme se hace necesario una preparación previa de la o las cartas a empalmar, como por ejemplo la realización de una separación o break bajo ellas.
  • Fase segunda o pretexto: La mano encargada de empalmar las cartas debe dirigirse hacia ellas con un pretexto lógico en el contexto de la rutina, como por ejemplo dirigirse hacia la baraja para entregarla al espectador o cuadrarla.
  • Fase tercera o empalme propiamente dicho: consiste en llevar la carta a la palma de la mano, existen distintas técnicas para su realización.
  • Fase cuarta o retirada de la mano: la mano se aleja del lugar del empalme, teniendo en cuenta la justificación que llevaron la mano a la baraja, la prioridad de movimientos y la misdirection adecuada. Después de empalmar un naipe no se debe de alejar la mano rápidamente de la baraja, ya que esto crea sospechas en el público, es mejor seguir cuadrando la baraja y después entregar la misma, sin prisas, a un espectador. Puede entregarse con la mano derecha, la misma que realizó el empalme o bien con la mano izquierda, en este último caso la baraja se coge por el lado largo izquierdo y se entrega a un espectador situado a la izquierda del mago, para justificar el uso de la mano izquierda, ésta mano debe moverse hacia delante una fracción de segundo antes que la mano derecha, (ley de movimientos), para que la atención se centre en ella.
  • Fase quinta o mantenimiento de la carta empalmada: durante el tiempo que los naipes permanezcan empalmados es necesario decidir que hacer con la mano, existen varias soluciones para disimular el empalme y dar "vida" a la mano como ajustarse el nudo de la corbata, dejarla sobre el antebrazo opuesto en posición de descanso, apoyarla en la barbilla en actitud de pensar, apoyarla en la cintura en actitud de espera, mesarse la barba, mantener la baraja sujeta con la misma mano que empalma las cartas, o sujetar un objeto acorde a la rutina como pueda ser un pañuelo o varita mágica etc. Además, es necesario dotar al empalme de vida interna, mediante pensamientos que no exterioricen sentimientos de culpa que puedan descubrirnos.
  • Fase sexta o devolución de la carta empalmada: a veces es necesario devolver la carta empalmada a la baraja o a otro paquete de cartas, este movimiento ha de ser como en la segunda fase justificado con el pretexto adecuado. Existen multitud de pretextos como pueda ser cuadrar la baraja, desplazar un paquete de cartas que se encuentra sobre la mesa, voltear un grupo de cartas, entregar un naipe al espectador, (que puede ser el que se encuentra empalmado o no), etc.

El lenguaje corporal y el control de la atención son fundamentales en la correcta ejecución de un empalme, no debemos mirarnos a las manos, ya que si lo hacemos el público lo hará también. En el momento de empalmar la carta, la mirada debe estar dirigida a los espectadores, pasando de uno a otro, mientras mantendremos con ellos una conversación relativa o no a la rutina que divida su atención. si mantenemos los ojos sobre el público sabremos además cuando no nos está mirando a las manos.

Es necesario acostumbrarse a mantener cartas en el empalme antes de atreverse a realizar esta técnica, las cartas pueden quedar en distintas posiciones dependiendo de la técnica de empalme empleada, no quedará igual situada la carta en la mano si empleamos el empalme clásico, el del tahúr o empalmamos la carta desde un abanico o desde el centro de la baraja.

Para el empalme clásico: colocar un naipe sobre la palma de la mano derecha, sujetándola mediante una presión diagonal del meñique hacia la base del pulgar, esta presión evita que la mano esté tensa, es necesario evitar extender lateralmente el pulgar derecho, error este muy común.


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