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Este control del cartómago Paul le Paul es en mi opinión uno de los mejores que se pueden realizar en cartomagia, guarda además la regla de coherencia técnica que debieran guardar todos los controles, es decir la carta debe ser elegida y devuelta por el espectador por el mismo procedimiento. Este control ha sido sometido a muchos estudios, de modo que existen algunas versiones del mismo que también se expondrán en este artículo.
Objetivo de la técnica: Controlar un naipe elegido por un espectador a la parte superior o inferior de la baraja, tras ser devuelto por éste al abanico que el mago sostiene en la mano
Técnica original:
- Se abre la baraja en abanico dando a elegir una carta a un espectador.
- Una vez vista la carta por el espectador, se le pide que la devuelva de nuevo al abanico. El mago tiene la precaución de ejercer cierta presión con los dedos de la mano que sujetan el abanico, de modo que para el espectador resulta imposible que la carta devuelta entre por completo, quedando por tanto un poco hacia afuera con respecto al resto de cartas.
- El mago, como queriendo ayudar al espectador, da con la mano derecha, (si el abanico está sostenido por la mano izquierda), un golpe seco y acaba de introducir la carta por completo en el abanico.
- A partir de aquí la carta a controlar puede ser recuperada con la siguiente maniobra. Se cierra el abanico, a una mano o con ayuda de la contraria, la baraja puede mostrarse sobre la palma al público, o bien dejarla sobre la mesa diciendo a los espectadores que la carta está bien perdida entre las demás. Una vez recogida la baraja de la mesa con la mano izquierda, se le da a ésta un movimiento seco de adelante a atrás, como de látigo, quedando en ese momento la baraja en posición de dar en la mano izquierda, con una carta en salida exterior, (injog), por el extremo corto interior. Esta carta es la carta elegida.
- La mano derecha cubre la baraja por un instante para cuadrarla, con los dedos por el extremo corto exterior y el pulgar por el extremo corto interior, este dedo, el pulgar derecho obtiene sobre o bajo la carta en salida exterior una separación, (break), dependiendo de a que posición de la baraja la queremos llevar superior o inferior respectivamente.
Segundo método:
Este otro método fue descrito por Alfredo florensa en su obra "Lecciones de ilusionismo", es de una ejecución más fácil, aunque creo que no es tan convincente como el anterior, no obstante, puede ser practicado por aquellos cartómagos con menos recursos técnicos.
Tecnica:
- Se abre la baraja en abanico para dar a escoger una carta al espectador.
- Cuando el espectador devuelve su carta, se debe ejercer cierta presión con los dedos de la mano que sostienen el abanico, de manera que ésta no entre del todo, quedando un poco más hacia afuera que el resto de las cartas.
- El mago, dando la impresión de ayudar al espectador, empuja la carta a controlar hasta que sobresale cuatro o cinco milímetros. En ese momento, sin pausas entre las acciones, cierra el abanico de izquierda a derecha golpeando el lado izquierdo de la baraja contra la palma de la mano izquierda.
- La mano izquierda, sostiene la baraja, la carta a controlar se encuentra ahora en salida externa, (injog), por el extremo corto interior de la baraja, quedando oculto a la vista de los espectadores.
- La mano derecha corta por el injog, presionando o tirando de él dependiendo de si deseamos llevar la carta a la primera posición o a la última posición de la baraja respectivamente y realizamos a continuación un corte palma-mesa verdadero.
Tercer método:
Este tercer método ha sido creado por el cartómago y editor de libros de cartomagia Ricardo Marré, es un método más sofisticado, aunque encuentro que su punto débil es la introducción de la carta en el abanico de forma tangencial al mismo, lo que resta naturalidad y coherencia a la secuencia de movimientos.
Técnica:
- Una vez que el espectador a elegido su carta, mientras está observándola, se cierra el abanico y se vuelve a abrir de nuevo de forma que quede lo más perfecto posible.
- Una vez vista la carta por el espectador, éste puede introducirla personalmente en el abanico tan profundamente como desee. Es requisito indispensable para que la carta pueda ser controlada posteriormente, que ésta se introduzca en diagonal con respecto al eje del abanico. El mago puede incluso golpear el canto de las cartas que forman el abanico para reforzar la idea de que la carta está profundamente insertada, en este caso se formará una depresión en la zona en la que hemos golpeado el abanico.
- Cerramos el abanico, quedando las cartas totalmente descuadradas, creando la ilusión de que la carta a controlar está totalmente perdida. Podemos dejar las cartas sobre la mesa.
- Recuperada la baraja por la mano izquierda, ésta procede a cuadrar las cartas de la siguiente manera: La sujetamos con el pulgar izquierdo por el lado largo izquierdo, el resto de los dedos salvo el índice por el lado largo derecho. Con el dedo índice izquierdo cuadramos la baraja apretando por el extremo corto exterior, de esta manera, la baraja quedará bien cuadrada, aunque por el extremo corto interior aparecerá una carta en salida externa, (injog), que es precisamente la carta a controlar.
- La mano derecha, con el pulgar obtiene una separación, (break), presionando sobre o tirando de la carta en salida externa, dependiendo de si queremos llevarla a la parte superior o inferior de la baraja respectivamente. Esta separación es transferida al meñique izquierdo.
- Cortamos con la mano derecha por la separación, realizando un corte palma-mesa verdadero.
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