Este sencillo efecto merece en mi opinión un puesto de honor dentro de la cartomagia. Bien presentado puede dejar perplejo al público más exigente. Se enmarca dentro de lo que actualmente se denomina cartomagia semiautomática y su principio puede pasar desapercibido incluso a cartómagos avezados. Para su puesta en escena se necesita del dominio de un mínimo de técnica y una carta clave que permite que el mago pueda poner en práctica el principio del reloj, (no deja de ser un principio matemático), en que se basa el efecto.
El efecto fue inventado, (ver créditos), por el excelente cartómago americano Audley Walsh, que era además un policía retirado de New Jersey experto en trampas de juegos de azar.
Efecto: Un espectador elige libremente entre dos grupos de cartas. Estando el mago de espaldas, mezcla a voluntad el paquete de cartas elegido y se guarda en el bolsillo un número de cartas por él deseado. Mezcla a voluntad el resto de cartas que le quedan entre las manos, mira la carta inferior y la recuerda. El mago adivinará tanto el número de cartas que el espectador se guardó en el bolsillo como la carta elegida.
En este efecto la presentación es esencial, pronto descubrí que se trata de un juego ideal para presentar en escenario, de modo que describo mi versión del efecto de Walsh que desarrollé para presentarla por primera vez en el Festival Internacional de Magia de San Javier del año 1997. En esta adaptación mía el efecto se hace de forma dual, haciendo participar por un lado a un espectador y por otro al resto del público. De modo que el mago adivina el número de cartas que el espectador escondió en su bolsillo. Por su parte el espectador adivina la carta que todo el público vio salvo el espectador ayudante.
La charla gira en torno a la capacidad del cerebro humano y lo poco que ésta es aprovechada. Para demostrarlo el mago adivinará usando su percepción el número de cartas escondidas por el espectador. A continuación, ayudado por el mago, el espectador adivinará por telepatía la identidad de la carta que los espectadores concentrados, tratan de enviarle.
Material necesario: Una carta clave que pueda ser identificada por su dorso. Puede tratarse de una carta marcada en la esquina exterior izquierda y en la esquina interior derecha, o bien cualquier otra carta clave con la que nos sintamos cómodos. Si se trata de una baraja prestada puede crearse una carta clave marcando con la uña del pulgar sobre el dorso de la carta en las esquinas mencionadas.
Método:
- Colocar en el centro del escenario una mesa para cartomagia, el mago estará situado detrás y en el lado derecho de la misma. Iniciada la charla sobre los poderes de la mente, se llama a un espectador para que le ayude en el juego, colocándolo detrás y a la izquierda de la mesa.
- La carta clave se encuentra en el fondo de la baraja que a su vez está situada en el centro de la mesa. El mago mezcla la baraja un par de veces por hojeo, (riffle shuffle), conservando la carta clave en el fondo de la misma. A continuación, hace un triple corte de Vernon y recoge la baraja con la mano izquierda.
- A continuación, procede a hacer una extensión en las manos e irá sacando de forma aleatorias grupos de dos o tres cartas, (1), que va dejando de forma desordenada en la parte anterior izquierda de la mesa hasta completar doce cartas, no debe mencionar el número. Acabado esto procede de igual manera para hacer un nuevo paquete de trece cartas que irá dejando en la parte anterior derecha de la mesa. Durante el proceso el mago enfatizará el hecho de que las cartas han sido bien mezcladas y extraídas al azar, diciendo por ejemplo "para este experimento necesitaremos algunas cartas totalmente elegidas al azar"
- Coge una de las cartas del grupo de trece y señalando con ella a modo de puntero los dos paquetes, da al espectador la opción de elegir uno de ellos, cuando lo haya hecho, las recoge y se las entrega diciéndole: "por favor mézclalas como desees".
- Mientras el espectador sigue las instrucciones del mago, éste recoge el otro paquete y lo coloca sobre la baraja mezclándola a continuación en las manos, (overhand shuffle), llevando cuidado de controlar la carta clave trasladándola desde la posición inferior a la superior. Una vez hecho esto vuelve a dejar la baraja sobre la mesa.
- El mago se vuelve de espaldas al público y dice al espectador que se guarde de su paquete, un número cualquiera de cartas en el bolsillo. A continuación, le dice que mezcle en las manos cuánto quiera las cartas que le quedan, cuando haya terminado de mezclar se le dice que levante su paquete de cartas de modo que el público vea la carta inferior del mismo, ésta será la carta elegida, que el público deberá posteriormente transmitirle telepáticamente. Una vez mostrada la carta al público deberá dejar su paquete sin alterar sobre la baraja que está sobre la mesa. Hecho de esta forma, el espectador muestra una carta al público, pero él no puede verla, de modo que desconoce la identidad de la misma.
- Se pide al espectador que recoja la baraja y que comience a dar sobre la mesa una a una, varias cartas en una fila. Cuando el mago cree que el espectador lleva repartidas cuatro o cinco cartas, se vuelve de cara al público para continuar instruyendo al espectador en el modo en que deben colocarse las cartas en fila etc... Cuando haya repartido doce cartas se le dice de forma casual: "bien, creo que serán suficientes", (por supuesto sin mencionar el número de las mismas). Si el espectador repartiera una o dos cartas de más, no tiene importancia ya que el mago será igualmente capaz de adivinar el número de cartas que el espectador guarda en su bolsillo.
- Una vez formada la fila el mago sabe que la carta precedente a la carta clave es la carta elegida por el público, ya que al repartir una a una, se ha invertido su posición de partida, (antes de repartir, era la posterior a la carta clave).
El número de cartas que el espectador se ha guardado en su bolsillo puede averiguarse de dos formas: 1º Método indirecto, contando el número de cartas desde el inicio de la fila hasta la carta clave sin incluirla, y restando este número de doce, el resultado es el número de cartas guardadas por el espectador. 2º Método directo, contando el número de cartas desde la clave, incluyendo ésta hasta el final de la fila, es decir la carta clave más las que están a su derecha, este procedimiento nos da de forma directa el número de cartas guardadas por el espectador.
- Una vez averiguado las cartas que el espectador tiene en su bolsillo, el mago recoge la fila de cartas llevando cuidado que la carta elegida por el público quede en la parte inferior del paquete, al cuadrar con giro echa un vistazo a la misma para averiguar cuál es, esto no es más que un seguro ante posibles incidencias, ya que el mago no necesita saber cuál es la carta para posteriormente revelarla. Deja el paquete sobre la mesa y monta sobre él la baraja, con lo que la carta elegida queda en la parte inferior de la misma.
- El mago ya conoce las dos incógnitas del juego, el número de cartas que el espectador guarda en su bolsillo y la identidad de la carta vista por el público. Revela en primer lugar el número de cartas que el espectador guarda en su bolsillo, y aunque conoce el número evitará decirlo de forma directa, recordar que el efecto se presenta como un experimento mental. Una vez que haya dicho al espectador el número de cartas que se guarda, hará que éste las saque una a una de su bolsillo contándolas para que el público constate el hecho.
- Para revelar la identidad de la carta existen varias opciones, por ejemplo, el forzaje en extensión de la carta inferior de la baraja de Matt Schulien, (Matt Schulien's spread force). Para ello se mezcla la baraja reservando la carta inferior, (la elegida). Se extiende la baraja entre las manos, cuando se han extendido cuatro o cinco cartas, el dedo índice derecho arrastra bajo la cinta la carta inferior del paquete de la mano izquierda hasta colocarla bajo las cuatro o cinco cartas de la mano derecha, procurando que el lado izquierdo de esta carta quede abierto a modo de boca de modo que el resto de las cartas que se extienden en cinta entre por encima de la misma. Cuando el espectador lo desea, toca una carta de la cinta por encima, deteniéndose el mago. La cinta se abre claramente por este punto y se separa del resto, el mago cuadra las cartas de la mano derecha contra los dedos de la mano izquierda con lo que la carta elegida es la inferior de las de la mano derecha, aparentando sin género de duda ser la señalada por el espectador, el mago levanta este paquete enseñando al público la carta inferior que es la carta elegida al principio del juego.
- Otro método más acorde con la presentación tipo mentalista es revelar la carta mediante un forzaje mental. Para ello el mago recoge la fila de cartas hecha por el espectador procurando que la carta elegida, es decir la que precede a la carta clave, quede en tercera posición desde la parte superior de la baraja, (top 3). A continuación, coloca cara abajo a partir de la esquina inferior derecha de la mesa, cuatro cartas verticales y separadas unas de otras en diagonal. Se dice al espectador que elija una de ellas y que la muestre al público, con toda probabilidad elegirá la tercera. A tener en cuenta que antes de elegir la carta debemos colocar al espectador en el centro de la mesa, (2). En esta última fase se habrá dicho al público que se concentre y trate de transmitir el valor de la carta al espectador, cuando éste la elige libremente y la muestra al público el efecto es muy impactante y visual. Ni el mago ni por supuesto el espectador, necesitan saber que carta fue la elegida por el público para revelarla, el mago únicamente sabe que es la precedente a su carta clave.
El efecto es muy sencillo de presentar y crea una atmosfera mágica inmediata, que si se cuida, se mantendrá durante todo el espectáculo.
Notas:
1- Sacar las cartas de la extensión en grupo de dos o tres cartas cada vez facilita el conteo de las mismas al tiempo que se transmite una sensación de despreocupación.
2- Se trata de una variación del forzaje original para adaptarlo al lugar que ocupa el espectador. En la técnica original el espectador está frente al mago y la colocación de cartas se hace desde la esquina exterior izquierda de la mesa. En este caso tanto el mago como el espectador están tras la mesa y frente al público.